Atención, spoiler: en 2025 llegan los parques temáticos de tus series favoritas. Serán como una versión boutique de los grandes parques de Disney, Warner o Universal que hemos disfrutado desde pequeños. Porque los fans no nos conformamos con ver la ficción en la pantalla y compartir nuestra pasión en redes sociales. Queremos vivir dentro de las series. Queremos sentir lo que sienten sus protagonistas. En definitiva, queremos sus vivencias y experiencias.
En la agencia creativa Darwin & Verne ya lo hicimos con motivo del estreno de la segunda temporada de The Bear en Disney+. De la mano de Diego Guerrero, trasunto de Carmy Berzatto, convertimos su restaurante madrileño DSPEAK en una réplica del local de Chicago donde se desarrolla la serie. El multiestrellado chef vasco diseñó un menú de diez pases, uno por capítulo, que pudieron disfrutar durante unos días un selecto grupo de aficionados.
Precisamente Disney fue el primer gigante del entretenimiento en ofrecer a sus fans un mundo de fantasía recreando las escenas de sus películas y haciendo que sus personajes salieran de las pantallas, como hacía Jeff Daniels en La rosa púrpura de El Cairo. Disney lo probó en 1955 en California y la franquicia se extendió por el mundo. Le seguirían los Univeral Studios en Hollywood en 1964, Legoland en Billund (Dinamarca) en 1968 y Warner Bros. Studio Tours, también en Hollywood, en 1972. Más específicos, luego surgirían Popeye’s Village (Malta), la casa de Pippi Langstrum en Estocolmo o Parc Asterix en las afueras de París.
Las localizaciones son un imán para los seriéfilos
Pero los fans del cine y las series no se conforman con las sedes temáticas oficiales. En Inglaterra, los nostálgicos de series históricas como Retorno a Brideshead (1981) siguen visitando, cuarenta años después, los jardines y salones de Howard Castle, en Yorkshire. Highclere Castle, de Lord y Lady Canavan, agota sus entradas todos los años para visitar la imponente mansión isabelina de Downton Abbey, al sureste de Londres. Allí, uno de los momentos más deseados por los fans es tomar el té bajo el icónico cedro de la serie. También en Túnez saben que buena parte de sus turistas lo primero que preguntan al llegar al hotel es cómo desplazarse al planeta Tatooine de Star Wars.
Y, si no, que se lo digan a los turistas de todo el mundo que visitan los desiertos y playas de Almería (España) y Petra (Jordania) siguiendo las huellas de Lawrence de Arabia e Indiana Jones. Como los fans de Grand Hotel Budapest que recorren Gorlitz y Dresde (Alemania) y Karlovy Vary (República Checa) fascinados por el imaginario de Wes Anderson.
La gente busca experiencias. Quiere materializar los mundos vivido en una pantalla. Por eso hoy puedes desayunar de verdad en Tifanny’s emulando a Audrey Hepburn gracias a que la joyería ha abierto en su sede de la Quinta Avenida The Blue Box Café bajo la dirección del prestigioso chef Daniel Boulud.
¿Qué es Netflix House?
Si has visitado los sets de rodaje de la Warner en Hollywood o Cinecittá, en Roma, habrás podido pasear por el salón donde se rodó Friends o posar en los escenarios de Cleopatra y de las películas de Fellini y Ford Coppola. Netflix, la gran plataforma global con 250 millones de suscriptores, se dispone a dar el paso que antes dieron los grandes estudios.
En 2025 abrirán en EEUU los dos primeros espacios inmersivos de Netflix. Aún no conocemos en qué ciudades. Podremos comprar productos asociados a las series (merchandising), pero eso será lo menos relevante: la clave estará en degustar propuestas gastronómicas y vivir experiencias narradas en la pantalla. Una de las primeras propuestas apunta a una recreación de las pruebas de supervivencia en El juego del calamar.
“No piensen que va a ser como una especie de Disneyland. Será un lugar que podrás visitar un par de veces al mes, no solo una vez en la vida”, explicó el CEO de Netflix, Ted Sarandos. Y tampoco creamos que va a ser una tienda al uso. Para eso Netflix ya cuenta con una tienda online donde vende ropa, joyas o tazas de sus series y hasta pijamas y un saco de dormir para los usuarios enfermos de binge-watching: los atracones de series.
Netflix sigue, además, la tendencia de las colaboraciones con otras marcas. Así, produce y vende gafas de sol con Zeus + Dione, prendas de lujo con Balmain y polos Lacoste customizados para Stranger Things o Los Bridgerton. Esto acaba de empezar.
Las experiencias como palanca de construcción de marca
Netflix House y las que le sigan serán ejemplos de cómo las marcas propondrán experiencias y vivencias a sus consumidores, como parte integral de su Marketing. En concreto, como palancas de generación de imagen. Porque las Experiencias de Marca y de Cliente son fundamentales para que los Departamentos de Marketing lideren el Customer Centricity en la práctica, más allá de su papel como generador de insights y entendimiento del cliente. Es decir, tomen las riendas de la relación proactiva con el cliente.
Por ello, en Darwin & Verne hemos lanzado Beagle, nuestra Unidad de Negocio de Experiencia de Cliente y Customer Centricity. Para ayudar a las empresas y sus departamentos de Marketing a desarrollar experiencias disruptivas… aplicando pensamiento creativo a la satisfacción de las necesidades de los clientes y a la propuesta de soluciones a sus inquietudes.